miércoles, 22 de octubre de 2008

El Petroleo. Historia de Venezuela. 8° grado

  • El Petróleo

    El petróleo ("aceite de piedra") es una mezcla compleja no homogénea de hidrocarburos insolubles en agua.

    Es de origen orgánico, fósil, fruto de la transformación de materia orgánica procedente de zooplancton y algas, que depositados en grandes cantidades en fondos anóxicos de mares o zonas lacustres del pasado geológico, fueron posteriormente enterrados bajo pesadas capas de sedimentos.
  • Composición

    El petróleo está formado por hidrocarburos, que son compuestos de hidrógeno y carbono, en su mayoría parafinas, naftenos y aromáticos. Junto con cantidades variables de derivados hidrocarbonados de azufre, oxígeno y nitrógeno. Cantidades variables de gas disuelto y pequeñas proporciones de componentes metálicos. También puede contener, sales y agua en emulsión o libre. Sus componentes útiles se obtienen por destilación fraccionada en las refinerías de petróleo. Los componentes no deseados, como azufre, oxígeno, nitrógeno, metales, agua, sales, etc., se eliminan mediante procesos físico-químicos.
  • La mayoría de hidrocarburos aislados se clasifican como:

    Hidrocarburos parafínicos: Son hidrocarburos saturados homólogos del metano (CH4). Su fórmula general es CnH2n+2

    Cicloparafinas-Naftenos: Son hidrocarburos cíclicos saturados, derivados del ciclopentano (C5H10) y del ciclohexano (C6H12).
  • La actividad petrolera
    Durante décadas el petróleo fue percibido exclusivamente como fuente de ingresos para fomentar el desarrollo de la economía nacional. "Sembrar el Petróleo" sintetiza un modelo de desarrollo nacional el cual tuvo como orientación de política petrolera maximizar la renta por barril para destinarla al desarrollo no petrolero. Esta orientación de política tuvo dos pilares básicos. Por un lado, la percepción del inminente agotamiento de las reservas y, con ello, que la actividad petrolera fuera vista siempre como efímera y transitoria. Por otro, el carácter de enclave extranjero de la industria petrolera, con muy pocos efectos encadenantes promotores de otras industrias.
    Si el agotamiento era inminente y la industria petrolera poco nacional, la política lógica a seguir era la de obtener la máxima renta del petróleo para destinarla a construir actividades económicas perdurables y genuinamente nacionales. La creciente presión fiscal e institucional en pos de una mayor renta terminó por diezmar el sector petrolero. Al momento de la nacionalización, a mediados de los setenta, el país se percibía sin futuro en el petróleo. La tesis del agotamiento resultó una profecía autocumplida.
    Las bases de sustento de la política petrolera se han invertido desde la nacionalización, dando pie a un cambio fundamental en la orientación de política petrolera. De la percepción de agotamiento se ha pasado a constatar la muy abundante base de reservas de hidrocarburos del país. De una industria extranjera, exportadora de crudos y poco integrada al país, se ha pasado a una industria nacional, exportadora de productos, integrada nacional e internacionalmente y con mercados de un amplio potencial de crecimiento.
    Sustentada en estos pilares, se ha pasado de una política orientada a maximizar la renta por barril, aun a expensas, como lo fue, de la actividad productiva; a una política petrolera orientada a desarrollar la muy vasta base de reservas de hidrocarburos ajustando la renta por barril. Esto es, aspirar a la máxima renta por barril que no desestimule el desarrollo de la producción y con ello maximizar en el tiempo el ingreso petrolero.
    El propósito de este ensayo es ilustrar las bases de sustentación de la nueva política petrolera y cómo ésta se ha ido materializando.
  • La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)

    Es una organización económica internacional, con sede en Viena. Creada como respuesta a la bajada del precio oficial del petróleo acordada unilateralmente por las grandes compañías distribuidoras en agosto de 1960, sus fines son la unificación y coordinación de las políticas petroleras de los países miembros, con la defensa de sus intereses como naciones productoras. Los países consumidores consideran a la OPEP como un cartel.
    Fue fundada en Bagdad, el 10 y el 14 de septiembre de 1960 con la iniciativa del entonces ministro de Energía y Minas venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo y el ministro de Petróleo y Recursos Minerales de Arabia Saudita, Abdallah Tariki.
    La OPEP "puede tener una gran influencia en el mercado de petróleo, especialmente si decide reducir o aumentar su nivel de producción" 3 . La OPEP controla aproximadamente el 43% de la producción mundial de petróleo y el 75% de las reservas de petróleo. Su dominio en las exportaciones de crudo se sitúa en alrededor del 51%. Además, concentra la totalidad de la capacidad excedentaria de producción de petróleo del mundo, convierte a la OPEP en el banco central del mercado petrolero.
    Fué reconocida el 6 de Noviembre de 1962 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La OPEP tuvo su sede en Ginebra entre 1960 y 1965, y después trasladó su sede a Viena, gracias a las facilidades que otorgó el gobierno austriaco.
    Los estatutos de la OPEP dicen que su objetivo es coordinar y unificar las políticas petroleras entre los países miembros.
    Los países de la OPEP tienen una población de 560 millones de habitantes.

    · Nacionalización de la Industria Petrolera
    En 1.914 el pozo Zumaque descubre el campo Mene Grande en la costa oriental del lago de Maracaibo y su petróleo abre para Venezuela los mercados energéticos mundiales. Surgió de allí una gestión que, con recursos financieros, tecnológicos y gerenciales provistos y manejados por empresas petroleras foráneas, llegó a extenderse por todas las cuencas sedimentarlas del país y dio significativas proporciones internacionales a la explotación de los recursos petrolíferos venezolanos. La creación por el Estado de la Corporación Venezolana del Petróleo en 1.960 y la participación directa del capital privado nacional en esa explotación a partir de 1.969 con Petrolera Mito Juan, Talon Petroleum y Petrolera Las Mercedes, no lograron modificar el carácter predominantemente concesionario y foráneo de la industria del petróleo venezolano, ni aminorar sus efectos extranjerizantes
    En las seis décadas que separan el descubrimiento de aquel primer campo petrolero gigante y la terminación por ley del régimen concesionario de hidrocarburos el 31 de diciembre de 1.975, el petróleo participó en la vida venezolana como el elemento más dinámico, determinante y decisivo de la transformación política, económica y social experimentada por Venezuela. De un país de economía atrasada, producto de una explotación rudimentaria del campo, con renglones agrícolas responsables de una escasa generación de
    divisas y con una población mayoritariamente rural / analfabeta, regida por gobiernos dictatoriales caudillescos, pasamos a ser otro país, de mentalidad minera, con una economía dependiente de la explotación del petróleo, una producción agropecuaria insuficiente para atender la demanda doméstica y una población dominantemente urbana / indisciplinada, regida por gobiernos partidistas elegidos por el voto popular.

    El 29 de agosto de 1.975 el Presidente Carlos Andrés Pérez puso el «ejecútese» a la Ley que reserva al Estado venezolano la industria y el comercio de los hidrocarburos, con lo cual quedó nacionalizada la industria petrolera. Veinte años después, el gobierno aplicó la política de apertura petrolera Sin embargo, no fue hasta el 1º de Enero de 1.976 que entró en vigencia la Ley de Nacionalización de la Industria Petrolera.
    El 1 de enero de 1.976 las propiedades, plantas y equipos de las compañías concesionarios extranjeras, así como los modestos activos de las concesionarios venezolanas, pasaron a ser pertenencia del Estado, y es la República de Venezuela la que, desde ese momento y mediante un grupo de empresas de su propiedad, planifica, resuelve, financia, ejecuta y controla todas y cada una de las actividades propias de la industria petrolera.
    Esta modalidad, que se entendía inspirada en el propósito de optimizar los términos del beneficio nacional, ha debido traer consigo cambios importantes, tanto del estamento político como de los organismos económicos y sociales del país. Pero tal cosa no ha ocurrido, a pesar de la inyección de 274 mil 200 millones US dólares que Petróleos de Venezuela ha proporcionado a la economía del país en los últimos 21 años (1976-1996, ambos incluidos). De ese monto, 175 mil 600 millones US dólares han terminado en el fisco nacional como
    impuestos petroleros; es decir, el equivalente al 60% de los ingresos por ventas de la industria en el mismo lapso.
    Con el petróleo explotado por el Estado venezolano hemos debido avanzar en el desarrollo integral y armónico de Venezuela, en esa obra transformadora de: 1. Modernización política e institucional; 2. Crecimiento económico diversificado, pero selectivo; 3. Mejoramiento social con elevación de la
    calidad de vida; 4. Esplendor moral; 5. Vigencia plena del Estado de derecho, y 6. Preservación del medio ambiente.
    Pareciera que hasta tanto el país no alcance un grado superior de desarrollo integral y armónico, el petróleo continuará siendo "el rabo que mueve al perro", como lo ilustra la frase norteamericana con tanta claridad, por varias razones:
    Tampoco se vislumbra en el país, en un horizonte de 20 años, algún renglón capaz de desplazar al petróleo como generador de divisas, ingresos fiscales y otros recursos en los montos y frecuencia que demanda el
    financiamiento del desarrollo venezolano.
    Se ha modernizado y expandido la planta industrial del petróleo, pero no han cambiado ni la mentalidad rentista del estamento político ni la
    actitud paternalista del Estado.
  • Actividad Industrial

    La humanidad siempre ha tenido la necesidad de transformar los elementos de la naturaleza para poder aprovecharse de ellos. En un sentido genérico a esa transformación de la naturaleza es a lo que podríamos llamar industria. Al elemento de la naturaleza que vamos a transformar le llamamos materia prima y al objeto transformado y dispuesto para usar lo llamamos producto elaborado. Si el producto obtenido necesita una segunda elaboración se trata de un producto semielaborado, como por ejemplo las planchas de acero que aún deben usarse para hacer coches, o clavos.
    La industria fue el sector motor de la economía desde el siglo XIX y hasta la segunda guerra mundial la industria. Era el sector económico que más aportaba al producto interior bruto (PIB), y el que más mano de obra ocupaba, pero desde entonces y con el aumento de la productividad gracias a la mejora de las máquinas, y el desarrollo de los servicios, ha pasado a un segundo término. Sin embargo, continúa siendo esencial, puesto que no puede haber servicios sin desarrollo industrial.
    Hacia finales del siglo XVIII, y durante el siglo XIX, el proceso de transformación de los recursos de la naturaleza sufre un cambio radical, que se conoce como revolución industrial. Este cambio consiste, básicamente, en la disminución del tiempo de trabajo necesario para transformar un recurso en un producto útil, gracias a la utilización, en el proceso, de máquinas. Esto permite reducir los costes unitarios, y aumentar la productividad, si bien es necesario incrementar los costes totales, lo que hace imprescindible la acumulación de capital. Para entonces está plenamente asentado en modo de producción capitalista, que pretende la consecución de un beneficio aumentando los ingresos y disminuyendo los gastos. Con la revolución industrial el capitalismo adquiere una nueva dimensión, y la transformación de la naturaleza alcanza límites insospechados hasta entonces.
    Gracias a revolución industrial las regiones se pueden especializar, sobre todo debido a la creación de medios de transporte eficaces, un mercado nacional y otro internacional, lo más libre posible de trabas arancelarias y burocráticas. Algunas regiones se van a especializar en la producción industrial, conformando lo que conoceremos como regiones industriales.
    El capital de inversión, en Europa, procede de la acumulación de riqueza en la agricultura. El capital agrícola se invertirá en la industria y en los medios de transporte necesarios para poner en el mercado los productos elaborados.
    En principio los productos industriales harán aumentar la productividad de la tierra, con lo que se podrá liberar fuerza de trabajo para la industria y se podrán obtener productos agrícolas excedentarios para alimentar a una creciente población urbana, que no vive del campo. La agricultura, pues, proporciona a la industria capitales, fuerza de trabajo y mercancías. Todo ello es una condición necesaria para el desarrollo de la revolución industrial. En los países del Tercer Mundo, y en algunos países de industrialización tardía, el capital lo proporciona la inversión extranjera, que monta las infraestructuras necesarias para detraer la riqueza y las plusvalías que genera la fuerza de trabajo; sin liberar de las tareas agrícolas a la mano de obra necesaria, sino sólo a la imprescindible. En un principio hubo de recurrirse a la esclavitud para garantizar la mano de obra. Pero el cambio de la estructura económica, y la destrucción de la sociedad tradicional, garantizó la disponibilidad de suficiente fuerza de trabajo asalariada y voluntaria.
  • Industrias Básicas

    Siderúrgica

    Es la rama de la industria química encargada de obtener determinados productos a partir de hidrocarburos originales del petróleo (de este se han logrado extraer alrededor de mil derivados, entre los más importantes se encuentran: la gasolina, el kerosén, el petróleo combustible, el asfalto, los aceites lubricantes y el plástico) o del gas natural.

    En 1953 el gobierno nacional decide comenzar la edificación de una planta siderúrgica en Guayana pues el consumo de productos siderúrgicos había alcanzado para 1950 las 238.000 toneladas métricas (tm), de lo cual se producía solamente el 1% en el país y el resto se hacía vía importación. Dos años más tarde, el gobierno nacional suscribe un contrato con la empresa italiana Innocenti para la construcción de la planta siderúrgica de Matanzas que contaría, en un principio, con una capacidad de producción de 560.000 toneladas de lingotes de acero.

    Ese mismo año el gobierno nacional crea la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) a la cual se le asignan, entre otras cosas, las funciones que ejercía hasta entonces el Instituto Venezolano del Hierro y el Acero desde su creación en 1958, además de impulsar y supervisar la construcción de la planta.
    En 1962 tiene lugar la primera colada de acero en Guayana, en la Acería Siemens-Martin, iniciándose entonces la producción siderúrgica en Venezuela. En 1964 se constituye la empresa CVG Siderúrgica del Orinoco, C.A. (SIDOR) mediante la cual el Estado se encargará de las operaciones de la planta de Matanzas. La primera producción bajo la dirección de SIDOR alcanzó las 360.000 toneladas métricas y ventas por el valor de 243.000.000 de bolívares.

    Ese mismo año el gobierno nacional da inicio al Programa de Ampliación 1974-79 con la finalidad de la producción nacional de acero de 1.200.000 hasta los 4.800.000 toneladas métricas al año.

    En 1978 entra en funcionamiento la planta de pellas y los primeros hornos de las acerías eléctricas del Plan en 1982 se concluye la ampliación de la planta de productos planos iniciada un año antes. Para 1983 la producción nacional de acero fue de 2.146.000 toneladas métricas y la industria siderúrgica provee, en su totalidad, cerca de 30 mil puestos directos de trabajo. Producción siderúrgica en Venezuela 1990-1994.
  • Petroquímica

    Si se consideran las variadas y abundantes fuentes de minerales combustibles con los que cuenta Venezuela, además de las diversas fuentes de recursos naturales necesarios para su procesamiento, seguramente parecerá extraño el retraso con que se inicia la industria petroquímica en el país. En efecto, hacia finales de los años cincuenta, mientras el sector de la transformación química de productos de la refinación y elaboración de sustancias a partir del gas natural era el de mayor crecimiento en el mundo, en Venezuela la industria petroquímica se reducía al manejo de una planta transformadora de caucho de modestas dimensiones.
    Sin embargo, para 1953, el Ministerio de Minas e Hidrocarburos había comenzado los estudios iniciales necesarios para el establecimiento, operación y desarrollo de industrias destinadas al aprovechamiento de minerales, hidrocarburos y aquellos otros productos que guarden relación con la petroquímica; lo cual recibiría un gran impulso cuando en 1956, salvando grandes obstáculos, se establece el Instituto Venezolano de Petroquímica (IVP).

    La primera planta petroquímica del país se estableció, entre 1956 y 1963, en Morón, Estado Carabobo, por la cercanía a las fuentes de materia prima, su proximidad a los muelles de Puerto Cabello para efectos de importación y exportación, además de la conexión con el ferrocarril Puerto Cabello – Barquisimeto.

    En 1970 el IVP abre el proceso de licitación para la construcción del segundo complejo industrial petroquímico, en el Tablazo, Estado Zulia. Se puso en marcha un plan de participación de capital privado, nacional y extranjero según el esquema de empresas mixtas.

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